Érase una vez, en los cielos de la antigua Grecia vivía el dios Roque Fort, el Dios del queso. En una de sus aventuradas idas a la Tierra se encontró con una hermosa muchacha. Roque Fort no sabía cómo acercarse a esta muchacha y fue a hablar con su amiga Afrodita, la Diosa del amor. Esta mujer, en la que estaba interesado Roque se llamaba Jazmin y era la esposa de Paladini, el Dios de los jamones. Roque, rebosando en tristeza y sin poder aceptar esto, salió corriendo a hablar con esta muchacha de cuerpo esbelto pero mente débil. Ella aceptó la propuesta de aventurarse con Roque. Luego de 9 meses, Jazmín tuvo un hijo. Todos pensaron que este muchacho era descendiente de Paladini pero al darse cuenta que tenía una gran musculatura todos empezaron a sospechar que Jazmín había tenido una aventura con otra persona. Al enterarse Roque de esto, corrió hacia donde estaba la muchacha con el bebe y dijo:
-Este bebe es mío!
Paladini, impresionado por esto, tiro al bebe a un precipicio.
Treinta años más tarde, el Olimpo entero quedó anonadado al ver que en la Tierra hay un señor llamado Ricardo Fort, que sigue con vida y que hace chocolates.
1 comentario:
Debe ser la quinta vez que leo esta producción de ustedes y me sigue causando risa. Gracias por publicarlo ¡y tan pronto!
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